Nuestro segundo día de excursión decidimos dedicarlo a visitar los pueblos de Alsacia.

Pero en primer lugar visitamos, por recomendación, el Castillo de Haut-Koenigsbourg, nos dijeron que el castillo conforme pasaba la mañana se ponía a tope de gente, así que fuimos a primera hora.

La primera mención del castillo se remonta a 1192 que se conocía como Königsburg (castillo del rey en alemán) a la fortaleza situada en la cima del monte Stophanberch.

En 1633 sería abandonado durante más de dos siglos pues tan solo eran unas ruinas. En 1899, el emperador alemán Guillermo II de Hohenzollern (en aquella época Alsacia estaba bajo la administración alemana), decidió empezar los trabajos de reconstrucción del castillo Haut-Koenigsbourg para convertirlo en un museo de la edad media.

Las obras de restauración principales terminaron en 1908, aunque hasta 1918 continuó el proceso de acabado y amueblado del interior. Por el tratado de Versalles de 1919, Alsacia pasó a manos francesas, y por tanto también el castillo Haut-Koenigsbourg, que desde entonces ha sido un importante lugar turístico tanto por su belleza como por la historia que contiene.

El castillo es muy bonito y vale mucho la pena la visita, a los niños les encantó y disfrutaron muchísimo.

El castillo está a una altura considerable como podéis ver en la foto, así que como podréis comprobar, las vistas son chulísimas.

Después de la visita al castillo y con el buen sabor de boca que nos había dejado esta visita, nos dirigimos a conocer los famosos pueblos de Alsacia, pueblos de cuento, con muchísimo encanto.

RIBEAUVILLÉ

Ribeauvillé fué el primero de los pueblos de Alsacia que visitamos, todos los pueblos de Alsacia tienen sus características casas de cuento con los entramados de madera, construidas entre los siglos XV y XVIII, que parecen sacadas de un cuento, la mayoría están pintadas de diferentes colores.

Lo que distingue a Ribeauvillé de los demás pueblos y por tanto lo más característico del pueblo es la Torre des Bouchers o Torre de los Carniceros, que data del siglo XIII, tiene 29 metros de altura y forma parte de los restos de la antigua muralla de la ciudad. Fue utilizado como cárcel en su época.

Torre de los Carniceros

RIQUEWIHR

Riquewihr es una de los pueblos con más encanto de Alsacia y que sirvió, junto con Eguisheim, de inspiración a los estudios Disney para crear el pueblo de la película la Bella y la Bestia.

La Rue du General de Gaulle es la calle más importante de Riquewihr, esta bonita calle está llena de restaurantes, tiendas de souvenirs y sus típicas casas alsacianas de entramado de madera, esta calle principal comienza en el Ayuntamiento y finaliza en la Torre Dolder.

Dicha torre es muy característica, tiene 25 metros de altura, data del siglo XIII y da entrada al casco antiguo de Riquewihr.

Torre Dolder
Rue du Général de Gaulle

KAYSERSBERG

Es un pequeño pueblo, a unos 12 kilómetros de Colmar, por el que pasa el río Weiss, es un pueblo muy bonito y con mucho encanto.

La estampa más bonita de Kaysersberg es el puente fortificado una construcción del año 1514 que cruza el río Weiss, formaba parte de las antiguas fortificaciones de defensa de la ciudad.

Al cruzar el puente se encuentra la Maison Faller-Brief, es una de las casas alsacianas más bonitas de Kaysersberg, data de 1594.

Otra de las atracciones de Kaysersberg es la fuente de Constantino, Fontine Constantin, está justo en frente de la Iglesia de la Ste Croix. Esta fuente del siglo XVI está dedicada al emperador Constantino.

Río Weiss a su paso por Kaysersberg
Puente fortificado
Maison Faller-Brief
Fuente de Constantino – Iglesia de Ste. Croix

EGUISHEIM

El centro histórico de Eguisheim gira alrededor de una plaza, la Place du Château Saint-Léon, alrededor de la cual se establecen tres calles  prácticamente de forma circular. La Rue du Rempart, es la calle más bonita que ver en Eguisheim.

Se trata de una calle con bonitas casas y comercios con sus típicos entramados de madera y con sus coloridas fachadas.

En Rue du Rempart encontraréis la imagen más fotografiada de Eguisheim y posiblemente de Alsacia, Le Pigeonnier, es prácticamente la entrada al casco antiguo.

Le Pigeonnier
Rue du Rempart

Todos estos pueblos son muy bonitos, pero muy pequeños, por lo que podéis hacer la visita en un mismo día. Nosotros de hecho la hicimos en un día, al ir con niños tampoco nos paramos a visitar los edificios por dentro, así que si no van a visitar museos, con un día es suficiente.

Seguimos en la siguiente entrada contando este viaje maravilloso.